El nuevo
orden internacional: “LA GUERRA FRÍA”.
A partir de 1945 se estableció en el mundo una nueva realidad
internacional caracterizada por el desplazamiento de Europa de su lugar de
privilegio mundial, el fortalecimiento de Estados Unidos y la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas y el incremento constante del enfrentamiento
entre ambas superpotencias y sus bloques de países aliados.
El mundo que emergió de la Segunda Guerra Mundial se halló
profundamente dividido en dos campos que fueron intensificando sus diferencias
como consecuencia del antagonismo de sus estructuras políticas, económicas y
sociales. El antiguo sistema de equilibrio multilateral cuyo centro era Europa
fue sustitutido por un sistema bilateral de dos superpotencias extraeuropeas:
los Estados Unidos (EEUU) y la Unión Soviéticas(URSS).
Ellas superaron en poderío
económico, militar, científico y técnico a las demás naciones del planeta
estableciendo una bipolaridad que explicó, en buena medida, la marcha de los
acontecimientos mundiales hasta 1990.
En el marco de esta realidad,
el espacio europeo quedó dividido en dos: el espacio europeo occidental
capitalista y el oriental socialista.
Denominamos Europa occidental
al conjunto de países que, concluida la Segunda Guerra, no fueron ganados por
el socialismo. Por lo tanto, el término occidental está más cargado de sentido
ideológico que de rigor geográfico.
Europa oriental, por su parte,
se constituyó con las naciones que se volcaron, voluntariamente o por la
fuerza, al socialismo soviético.
Bloques y Alianzas Militares
(1945-1989).
Se entiende por Guerra Fría a la situación de hostilidad
entre dos naciones o grupos de naciones en la que, sin llegar al empleo declarado
de las armas, cada bando intenta destruir el régimen político o la fuerza del
adversario por medio de propaganda, de la presión económica, del espionaje, de
organizaciones secretas, etcétera. Sin embargo, el enfrentamiento militar entre
las superpotencias se produjo cuando estas participaron en conflictos en
terceros países.
Partiendo de la creencia de que en el bando enemigo siempre
se albergaban propósitos agresivos, los ideólogos de la Guerra Fría apoyaron la
creación de un complejo entramado de alianzas políticas, económicas y militares
que englobaban a sus respetivos países satélites. Sus fines fueron facilitar la
cooperación entre las naciones de un mismo bloque y marcar su territorio frente
a cualquier intento expansionista del adversario.
La humanidad quedó entonces quedó entonces dividida en “dos
mundos”, campos o bloques: uno que se llamó a sí mismo mundo libre y el otro
comunista, donde cada uno creía exclusivamente en un mundo: el suyo. La
política de ambos bloques consistía en mantenerse firme contra la expansión del
otro y buscar los medios de extender su sistema consolidando y ampliando sus
zonas de influencia sin llegar a producir un choque abierto de sus fuerzas
armadas.
La estrategia estadounidense para la Guerra Fría se basó en
estos puntos fundamentales:
El
sostenimiento y renovación de un enorme potencial militar propio que
significara una garantía para sus aliados y lograse contener el avance rojo.
El apoyo
económico a las naciones afectadas por la guerra que permitiera la penetración
estadounidense en su vida económica y política (Plan Marshall):
La
asistencia militar a los aliados y a los países amenzados por la “subversión
comunista” mediante el envió de armamento, ayuda económica o firma de pactos
multilaterales;
El
cercamiento militar a la URSS y sus aliados mediante pactos militares y una red
de bases estadounidenses en el exterior;
La
propagación de una ideología anticomunista que presentara a Estados Unidos como
el defensor de los valores de la civilización occidental.
En relación a los soviéticos, sus métodos de enfrentar al
otro bloque se basaron en dos principios:
a)
La
creencia en la inminente caída del capitalismo occidental como consecuencia del
caos subsiguiente a la Guerra Mundial y
b)
La
conciencia colectiva de autodefensa desarrollada desde la revolución de 1917
hasta la Segunda Guerra, que la Guerra Fría no hizo más que aumentar.
Encararon la estrategia de confrontación con EEUU sobre la
base de los siguientes puntos:
Ø El aumento progresivo de su poderío
militar propio. En 1952 la URSS dedicaba un alto porcentaje del gasto público a
sus Fuerzas Armadas y contaba con más de 4.500.000 efectivos militares;
Ø La formación de un bloque militar en
el este europeo bajo la coordinación soviética;
Ø El establecimiento de un sistema
económico integrado destinado a servir los intereses del desarrollo soviético
(CAME o COMECON);
Ø El apoyo a los movimientos pacifistas
de Occidente con la finalidad de movilizar a la población contra la política de
rearme e integración militar del bloque occidental.
Ø La lucha contra las oposiciones
internas (pacifistas e intelectuales) que llevó a purgas e intervenciones en
sus países aliados en caso de crisis interna.
Ø
El apoyo a
los movimientos de liberación afroasiáticos y en especial a aquellos en los que
los comunistas ejercían un papel dirigente.
LAS ETAPAS.
Siguiendo
la cronología tradicional, en la evolución de la Guerra Fría podemos reconocer
cuatro etapas:
1-
Un
primer período de máxima tensión que
se extendió desde 1947 hasta 1953 con dos escenarios principales, pero no
únicos, de conflicto: Berlín (1948) y Corea (1950-1953)
2-
Un
segundo período denominado de coexistencia
pacífica (1953-1980) que, aunque se caracterizó por la distensión la
búsqueda de la cooperación internacional y el reconocimiento de la “hegemonía
compartida”, se vio salpicado por conflictos de máxima intensidad: la crisis de
los misiles cubanos (1962) y la Guerra de Vietnam (1964-1975).
3-
El
comienzo de la administración Reagan (1981) trajo consigo un resurgimiento de la Guerra Fría, impulsando una nueva carrera
armamentista y restableciendo en política internacional el enfrentamiento con
la Unión Soviética.
4- El ascenso al gobierno de la
URSS de Mijail Gorbachov en 1985 y la posterior implosión y desintegración del
bloque socialista significaron el final
de la Guerra Fría.
LAS
CARACTERÍSTICAS DE LA GUERRA FRÍA.
Varios aspectos caracterizaron a este
período:
a-
Grandes tensiones entre los
bloques. La
lucha por la hegemonía mundial entre las superpotencias produjo un estado de
tensión permanente que puso frecuentemente en duda el mantenimiento de la paz y
la estabilidad internacional. Los conflictos europeos y del resto del mundo rápidamente se polarizaron, no pudiendo
escapar de la lucha planteada entre los bloques. La alineación de las
superpotencias en cada uno de los bandos enfrentados auguraba un estallido
bélico de dimensiones planetarias.
b- La
carrera armamentista. Este
fue otro de los aspectos dominantes del conflicto. Se trató de tener siempre el
arma más efectiva, más sofisticada y perfeccionada, en el entendido de que
cualquier ventaja en este terreno lo ubicaría en una situación de superioridad
frente a su enemigo. Al mismo tiempo, se procuró cimentar el predominio de las
superpotencias sobre los demás países, arrastrándolos en la misma carrera. El
armamentismo constituyó también un medio de instrumentar la dominación político
militar sobre países menos desarrollados. Las armas nucleares significaron una
parte fundamental de este arsenal.
c- El
“equilibrio del terror”. El creciente y temible poderío de ambas
potencias generó un equilibrio que algunos investigadores denominaron “del
terror” dado que se apoyó en el armamentismo y en un posible conflicto de
carácter mundial.
d- La
confrontación ideológica
entre ambos bloques además de darse en determinados conflictos bélicos como ser
guerras en distintos lugares del mundo evitando que el sistema enemigo se
expandiera, también se mostraba en aspectos más cotidianos. Ambos países
pretendían mostrar todo lo beneficioso de su sistema y todo lo detestable y
malo que tenía el otro.
e-
Los conflictos localizados. La necesidad de contención del
adversario así como el orden interno entre los bloques hizo que ningún
conflicto, por más lejano que fuera, escapase al interés e intervención de las
superpotencias. Esto condujo a la continua aparición de “zonas calientes”
(Berlín, Corea, Vietnam, etc ) donde las superpotencias midieron sus fuerzas,
dispuestas a reconstituir el statu quo, pero evitando de todas formas el
enfrentamiento directo.
ALGUNOS TEXTOS para reflexionar:
El efecto dominó.
Fue una teoría elaborada por el presidente Eisenhower
(1954) en relación al peligro comunista en Vietnam.
“Si ponen ustedes en pie una serie de fichas de dominó
en fila y empujan la primera, muy pronto acabará cayendo hasta la última. Dicho
de otra manera: si se permite que los comunistas conquisten Vietnam se corre el
riesgo de que se produzca una reacción en cadena y todos los Estados de Asia
suroriental se vuelvan comunistas uno tras otro”.
El recuerdo de la guerra en EEUU.
En el muro negro del Vietnam Veterans Memorial en
Washington están grabados los 58 mil nombres de soldados norteamericanos
muertos durante los años de intervención en Vietnam.
Más de 300 mil norteamericanos resultaron heridos y
cientos de miles sufren aún perturbaciones emocionales y secuelas físicas a
raíz de su participación en la guerra. Por su parte, el régimen de Saigón
perdió en combate 240 mil hombres.
A lo largo de dos décadas, 2.700.000 soldados de las
tres armas pasaron por Vietnam. El promedio de edad fue de 19 años, contra los
26 años de los combatientes de la Segunda Guerra Mundial”.
Extraído
de Cuadernos del Tercer Mundo N° 162, junio 1994.
Número de
soldados norteamericanos en Vietnam.
1954 55
1963 16.300
1965 125.000
1967 550.000
1973 543.000
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