Este es un espacio dirigido a los estudiantes del Liceo Pedro Leandro Ipuche y Escuela Agraria de Santa Clara de Olimar, con recursos tanto para su uso en clase, como de apoyo a las tareas en casa...

jueves, 21 de marzo de 2019

Características de la Monaquía Absoluta


 Derecho divino


Esto significa que el poder emanaba de Dios y que el monarca ejercía dicho poder sin necesidad de atenerse a ningún tipo de limitación jurídica, dado que su voluntad quedaba por encima de las leyes. De alguna manera la Iglesia operaba de “intermediaria” entre Dios y el Rey, y se asumía que el Rey era naturalmente bueno, correcto y justo.

Poder hereditario y vitalicio


La condición de monarca o rey pasaba de padres a hijos de forma automática, más allá de condiciones o capacidades individuales, y se ejercía de por vida.

Poder absoluto


El monarca concentraba y detentaba el poder absoluto, no había ningún tipo de división de poderes, como hay hoy en los estados modernos. El rey tomaba la potestad de fijar leyes y decretos (atribución legislativa), asesorado cuanto mucho por un grupo de consejeros, así como de juzgar (atribución judicial), de instaurar impuestos, etc. No existían organismos fiscalizadores del accionar del monarca.

Ciertas teorías-filosóficas respaldaron este poder absoluto como razón de estado: Bossuet, clérigo e intelectual francés, defendía la teoría del origen divino del poder. Otros filósofos de entonces, como Bodin o Hobbes, sostenían que el poder del monarca era la única garantía para evitar que los intereses de diferentes grupos sociales terminaran con el orden social establecido.

Ejército profesional


La persona del rey y sus amplísimas posesiones debían ser defendidas por una nutrida guardia real y por el accionar de un ejército profesionalizado, que le era incondicional y debía mantener el sistema monárquico en orden, puesto que era su brazo armado. 

Sociedad estamental



Burocracia y diplomacia al servicio del rey


Un grupo considerable de ministros y funcionarios públicos eran los responsables de que funcionara el reino como unidad administrativa. Una forma de ganar tierras y poder para los reyes era la guerra, pero otra muy importante fue la negociación. Para eso se necesitaban embajadores, que además de hacer tratados, alianzas y pactos, buscaban efectuar matrimonios convenientes.

Respaldo de la nobleza y el clero

Es evidente que en la monarquía absoluta no existían derechos ni garantías individuales, y que la inequidad era un fermento permanente del descontento, que se pudo mantener por el apoyo de los nobles, que recibían ciertos favores del rey, y del clero, que era parte del poder mismo en estados teocráticos como los de entonces.

Administración centralizada


El pago de impuestos sostenía los elevados gastos que demandaba la casa real y el funcionamiento de una compleja burocracia. La economía se basaba en la explotación agrícola de las tierras pertenecientes a los nobles, también se desarrolló el mercantilismo, con gran peso de los metales preciosos en la economía.

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