Este es un espacio dirigido a los estudiantes del Liceo Pedro Leandro Ipuche y Escuela Agraria de Santa Clara de Olimar, con recursos tanto para su uso en clase, como de apoyo a las tareas en casa...

lunes, 2 de septiembre de 2024

Explorando la Historia: Roma

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El estancamiento ganadero


“A partir de la Primera Guerra Mundial (PGM) comienzan a percibirse las manifestaciones del estancamiento y la crisis del sector que harán eclosión en los años treinta” 12

Cuando los mercados se normalizaron en la posguerra, y los precios de los productos primarios comenzaron a bajar, esa tendencia fue compensada con el incremento de la extracción de vacunos para faena, que hacia 1930 se podría catalogar de liquidación de existencias. Gradualmente, la reducción del stock vacuno fue dejando lugar (y pasto) a la recuperación del rebaño de ovejas. Los desastres naturales que se iniciaron en 1911 y la demanda extraordinaria producida por la PGM mostraron que la carga animal sobre pradera natural había alcanzado su límite. A partir de entonces, el llamado estancamiento dinámico de la ganadería uruguaya había llegado para instalarse durante muchas décadas.13

Tradicionalmente, se ha ubicado el estancamiento de la ganadería en la crisis de 1930 y algunas interpretaciones lo vincularon a la acción del Estado, que habría transferido a través de la política cambiaria e impositiva, parte de la acumulación proveniente de la ganadería a actividades no competitivas en el mercado internacional, principalmente en el proceso de industrialización, y también al propio crecimiento del aparato estatal. La disminución de existencias o stock ganaderos entre el Censo General de 1908 y el Censo Agropecuario de 1916 y su posterior estabilización sugiere, en cambio, la existencia de un estancamiento de largo plazo de la ganadería uruguaya. Este habría comenzado 15 o 20 años antes de la crisis mundial que condujo a ladisminución del comercio mundial, al relativo cercamiento de las economías nacionales y a la construcción del engranaje regulador del Estado uruguayo.

Cabe preguntarse por qué se ha tendido a situar el estancamiento en los años treinta. Parecería que la percepción del fenómeno fue oscurecida por el aumento en el volumen de las exportaciones en la segunda mitad de los años veinte, derivado del incremento de la extracción de vacunos y por el aumento de la zafra lanera. También podría haber influido el hecho de que los estudios sobre el agro producidos desde los años sesenta, partieran de 1935, año en que se inician las series elaboradas por el BROU para la construcción de las Cuentas Nacionales y el significativo estudio sobre el agro realizado por la Oficina de Programación y Política Agropecuaria y la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (OPYPA-CIDE). Para entonces, el estancamiento se expresaba ya, simultáneamente, en las existencias y en los volúmenes de extracción. El VAB ganadero había dejado de acompañar el ritmo de crecimiento del PBI total, abriéndose entre ambos una amplia brecha que contrastaba con el avance del sector industrial, motor del proceso de crecimiento de la economía.”(Historia económica del Uruguay tomo III).

EVOLUCIÒN DEL SECTOR PRIMARIO EN EL URUGUAY

Tasas de crecimiento

PBI Agrícola Pecuario Industrial

1900-1955 3,4 3,4 1,1 4,5

1900-1930 3,4 4,4 1,8 4,3

1930-1955 3,3 2,2 0,3 4,7

1902-1912 3,3 3,8 1,2 4.6

1912-1930 3,1 3,7 1,8 4,2

1930-1939 1,4 0,2 -1,6 3,2

1939-1955 4,4 3,4 1,3 5,5

Fuente: Bertino Tajam, 1999

El PBI ganadero crece hasta 1920 en forma similar al PBI total, luego se abre una brecha.

Las décadas de 1930 y 1940 muestran además de la persistencia del estancamiento los efectos de la Gran Depresión frente a la cual se tomaron medidas que favorecieron a los ganaderos. Además de medidas fiscales se crea en 1935 el Ministerio de Ganadería y Agricultura y la Comisión Honoraria de Mejoramiento Ovino y la Comisión Nacional de Estudio del Problema Forrajero..

Hasta el presente, esa situación de las industrias agrarias no se ha modificado. Se sigue practicando la explotación extensiva, confiando en las piadosas lluvias. Nada se ha hecho a favor de una evolución que la haga intensiva, ni el Estado, que ha gastado sumas fabulosas en edificios y otras construcciones suntuosas ha invertido cantidad alguna en obras de tipo de riego que independicen al trabajador de la tierra de los caprichos de la Naturaleza. Los ganaderos recién advierten la necesidad de formar avenales.”

Mario DuPont Aguiar, “El Uruguay de la post-guerra” 194. Citado en “El Régimen Terrista” Yvette Trochón- Beatriz Vidal.

El progreso tecnológico se frena, la Modernización no logró completarse, se pierde una oportunidad única de “dar el salto”: se plantea la cuestión forrajera. Fracasan las iniciativas de una agricultura que sirva a la ganadería. Se podría deccir que tenemos una “bendición diabólica” dado que nuestras praderas naturales desestimulan las iniciativas. Entre las explicaciones para este fracaso se pueden anotar el desconocimiento del suelo, las variaciones del clima y que no se implementa la suficiente investigación desde las instituciones agropecuarias. Sobre este aspecto es valioso el aporte de Astori-”La evolución tecnológica de la ganadería uruguaya”

Un aspecto a destacar es el desarrollo de la ganadería lechera por el crecimiento de la población en Montevideo. Esto lleva al nacimiento de la “agroindustria lechera”. En 1934 se establece la obligación de la pasteurización y en 1937 comienza a funcionar CONAPROLE.

“CONAPROLE fue creación del terrismo, como UTE y ANCAP lo fueron del batllismo. En ella sintetizó, junto a los sectores que se habían embarcado en la aventura marzista, sus ideales de intervencionismo estatal: intervención vigilante y controladora, pero escasamente participativa (salvo en lo referente a la viabilidad económica). Era, en otras palabras, el ideal de empresas mixtas o cooperativas que Terra ya había esbozado en anteriores oportunidades (…) El estado debía suministrar el capital, o el grueso del mismo, asegurar las condiciones del mercado para que este tipo de empresas no fracasaran y participar (minoritariamente de ser posible) en su gobierno. De esta forma se posibilitaría al capital privado el control sobre la actividad y su futuro desarrollo a influjos de esta especie de tutela oficial.

En el caso de CONAPROLE su gobierno, al revés del “Frigorífico Nacional”, se le asignó a una mayoría de productores; los que elegían y decidían de acuerdo a su peso en el mercado, respetando su tamaño económico, (…) respetó la estructura del agro uruguayo sin dar igualdad de oportunidades aportadas, las que estaban en función del número de ganado y superficie del predio explotado.(…)

Después del nacimiento de “CONAPROLE” la industria láctea creció y se expandió, llegando en ocasiones a participar en las exportaciones del país”

R. Jacob, Uruguay 1929-1938, depresión ganadera y desarrollo fabril”, citado en “El régimen terrista” Y. Trochón-B. Vidal.

Con respecto al sector agrícola desde el siglo XIX se observa una ampliación del área agrícola y una diversificación de la producción al incorporarse al trigo y maíz otros rubros como el lino, los viñedos y la fruticultura. El sector ocupaba el 5,2% del territorio y el 60% de la población empleada en el agro.

En las décadas de 1930 y 1940 se incorporan la producción de girasol, remolacha azucarera, cebada cervecera y arroz. Es importante el papel del Estado estimulando esta actividad que es pensada como parte de la ISI

Se constata un rápido crecimiento en la década de 1950 por la expansión del trigo. En este período aumenta la productividad, se incorporan tierras nuevas en el oeste. También colabora en este sentido el hecho de que exista fijación de precios que están sostenidos por el Estado.