Este es un espacio dirigido a los estudiantes del Liceo Pedro Leandro Ipuche y Escuela Agraria de Santa Clara de Olimar, con recursos tanto para su uso en clase, como de apoyo a las tareas en casa...

miércoles, 7 de junio de 2023

Características del poder del Faraón

 Faraón, rey-dios

El gobierno de Egipto era una monarquía absoluta y teocrática. Gobernaba un rey, el faraón, cuyos poderes eran absolutos porque su autoridad no tenía límites: hacía las leyes, era el jefe del ejército, dirigía la vida religiosa, administraba justicia y controlaba la construcción de obras públicas. Era el símbolo de la unidad de Egipto. Todo le pertenecía: la tierra, los hombres, las cosechas, la actividad artesanal y el comercio.

Solo la figura del faraón con su poder absoluto era capaz de poner en funcionamiento la compleja organización para controlar y utilizar las aguas del río Nilo, de movilizar la población para crear la infraestructura necesaria para que la tierra produjera más, así como la realización de diques y canales a lo largo de los 1200 km que ocupaba el reino.

Sus súbditos[1] lo consideraban un dios vivo o hijo del dios Ra, dios Sol. El pueblo egipcio tenía la profunda creencia de que solo un dios en relación estrecha con otros dioses podía conseguir que la naturaleza fuera generosa con el país.

Gobernaba hasta su muerte, por eso su cargo era vitalicio y hereditario, porque al morir, generalmente, lo sucedía su hijo o pariente más cercano.

Como el faraón no podía gobernar solo, una serie de funcionarios y sacerdotes colaboraban con él en esta tarea.

Estos sectores de la población, por su actividad y su relación con el faraón, gozaban de un gran prestigio: estaban exonerados de impuestos y recibían tierras por los servicios prestados. Integraban el sector privilegiado de la sociedad.

 Extraído de Abadie, Sara et al. (2006) Historia 1º c.b. Prehistoria. Antigüedad. Edad media. Montevideo: Monteverde 

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